El Día Mundial del Teatro se creó en 1961 por el Instituto
Internacional del Teatro (ITI) y se celebra anualmente el 27 de Marzo por
los Centros ITI y la comunidad teatral internacional.
Con este motivo se organizan numerosas manifestaciones
teatrales en todo el mundo que intentan proporcionar algo más de vitalidad a
este género olvidado por muchos. Pero la celebración más importante está en
nuestras manos: acudir al teatro, a la plaza, al café, allí donde unos
personajes nos trasladen a una historia que no es la suya…
Nosotros lo haremos con el estreno en Xalapa de la obra Hay
que deshacer la casa del dramaturgo español Sebastián Junyent, con las
actuaciones de Laura Beverido y Rosalinda Ulloa y dirección de Francisco
Beverido Duhalt, en una celebración conjunta por el trigésimo aniversario del Ágora
de la Ciudad.
Después de veinte años de separación, Laura y
Ana se encuentran en la que fue la casa de sus padres, la misma de donde Ana
salió más de veinte años atrás para no volver sino hasta hoy. El objetivo:
deshacer la casa, desmantelarla y repartir la herencia.
Es el primer encuentro íntimo, cercano, que
han tenido ambas hermanas desde que la más joven, Ana, se fuera de la casa
siendo apenas una adolescente, en una aventura amorosa con un hombre mayor que
ella. Laura permaneció en el entorno familiar, en este pueblo no muy lejos de
Madrid, se casó con un novio de juventud, originario del mismo pueblo.
Se da entonces una conversación que en medio
de los recuerdos comunes y la confesión o revelación de realidades vividas,
asoman también rencores y diferencias.
Laura Beverido es Laura, la hija mayor, bien
establecida en Madrid, “bien casada” dirían las buenas conciencias, y que ha
continuado con las tradiciones y las costumbres familiares y seculares.
Rosalinda Ulloa es Ana, la hermana menor, que escapó a Chile y ha vivido
después en otros lugares, el último París, antes de volver a España para
instalarse en Madrid.
Los objetos a medio empacar, la casa misma,
el pueblo, evocan momentos de la infancia común, los sueños, los anhelos y las
ilusiones de entonces, que dan pie a revelaciones o confesiones de los
acontecimientos posteriores en la vida de cada una.
En una lectura, la obra, escrita en 1985,
evoca la situación en España tras la muerte de Franco, y el encuentro de las
dos hermanas simboliza el de las “dos españas” en que quedó dividido el país
tras la guerra civil. Sin embargo, los detalles de cada uno de los dos
personajes le dan una dimensión distinta. Seguramente quienes han pasado por
una situación similar (el reparto de la herencia –cualquiera que sea ésta– tras
la muerte de los padres), se verá reflejado en un momento u otro de la obra,
del mismo modo que encontrará en las charlas y discusiones fraternales
reminiscencias de las propias.
El estreno tendrá lugar el viernes 27 de
marzo a las 20:30 horas en el Auditorio del Ágora de la Ciudad y habrá dos
funciones más, el sábado 28 a las 20:30 horas y el domingo 29 a las 19:30
horas.